jueves, 6 de junio de 2019

Acto sexual femenino


Cuando la mujer, en las condiciones psicológicas adecuadas, empieza a excitarse sexualmente, aparecen cambios en senos y en genitales. Los pechos aumentan de tamaño, de forma global, y el pezón se yergue.
Surge el enrojecimiento sexual de la piel, que en esta fase se vuelve de un color rosa intenso; especialmente desde la parte de sobre el estómago y los mamas senos.
Se efectúan tensiones musculares voluntarias, sobre todo en las zonas del abdomen y del tórax.
En los genitales se nota una ligera expansión de la pared vaginal, y, entre 10 y 30 segundos después de iniciada la excitación, las glándulas de la vagina segregan líquido lubricante. Esta sensación de "estar mojada" es la primera que perciben muchas de las mujeres cuando se excitan. La vagina cambia de color, pasando a rosa púrpura.
El capuchón del clítoris se hincha, y el mismo clítoris se alarga. Recordemos que el capuchón hinchado, en muchas mujeres, no deja ver el clítoris aunque se haya alargado. Los labios mayores se separan y elevan. Los labios menores se hinchan y se expanden. Aumenta progresivamente frecuencia cardíaca y se eleva la presión arterial.

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